jueves, 23 de octubre de 2014

CAFAYATE, MENDOZA. Va de Bacchio.

Le voyage à Cafayate nous fît traverser la merveilleuse Quebrada de las Conchas, dans un bus de ligne, assises par terre, entourées de petits enfants andins, de leurs très jeunes mamans et de leurs papas allongés à même le sol. On discute avec les regards, on se sourie. Ce bus, porteur d’un silence monotone rompu seulement par le ronronnement du moteur, était pourtant inondé de chaleur humaine, de regards bavards et de sourires complices.

Cafayate, connu pour son vin blanc, le Torrontés, est un petit village tranquille du nord ouest argentin, où il fait bon, chaud, et où la place ombragée rappelle à juste titre le Sud de la France, où les gens vont doucement. Bref, un petit village où il fait bon vivre. Le coup de coeur instantané nous amènerait à y rester un peu. Et… le hasard (je vous jure, ce fût le hasard!) ferait que nous y soyions en pleine semaine du Torrontés, ce qui explique surement pourquoi les journées furent emplies de dégustations et de visites de ‘bodegas’, en goûtant à de délicieuses empanadas parsemées et fourrées aux mélodies et flûtes andins. Une belle ballade à la Quebrada de las Conchas complèterait notre itinéraire dans les montagnes rouges du nord ouest argentin.
S’ensuivit le trajet à travers Tafi del Valle, ses cactus, ses routes sinueuses, son vert si plein d’espoir, pour atteindre Tucuman, puis Mendoza, non sans douleur et  nostalgie- le retour à la ville serait très dur après tant de nature.

Le séjour à Mendoza fût pour nous comme une ballade au printemps. Agréable, douce, calme, et nonchalante- parfois à pied, parfois à vélo. Cette ballade s’accompagnerait de plusieurs dégustations de vin, dans différentes bodegas, les unes plus sophistiquées que les autres, les unes plus familiales que les autres. Des jours passés en société avec des mendozinos qui nous traiteraient comme des princesses et nous feraient découvrir leur ville et ses alentours; des amis qui nous inviteraient à un asado ‘commun’ qui serait le plus beau des luxes et la plus généreuse des invitations; des après-midi tardifs avec des producteurs de vin qui partageraient leur passion avec générosité et nous feraient sentir comme chez nous. 

Ce qui nous a le plus plu: A Cafayate, La Casa de las Empanadas, l’hôpital local (et oui, petit accident!) et ses médecins de garde qui ramènent les patients en voiture le soir. A Mendoza, Mr Hugo et ses vélos, , les bodegas aux alentours de Mendoza–notamment Mevi et Decero-
Mais partout: le vin, les empanadas, le vin et aaah… le vin !

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El viaje a Cafayate nos hizo atravesar la maravillosa Quebrada de las Conchas, en un autobús de línea, sentaditas en el suelo, rodeadas de niños andinos, de sus jóvenes madres, y de sus padres discretamente acomodados en el suelo detrás del último asiento. Ese autobús –cuyo silencio solamente era interrumpido por el ronroneo del motor- rebosaba de calor humano, de miradas que conversaban y de cómplices sonrisas. Ese autobús sería una memorable lección sobre la humanidad.
Cafayate, famoso por su vino blanco, el Torrontés, es un pueblito tranquilo del noroeste argentino, donde el tiempo soleado y cálido, la plaza principal y sus terrazas a la sombra recuerdan el Sur de Francia. El flechazo instantáneo nos llevaría a quedarnos un poquito, y el azar –os juro que fue el azar- hizo que llegásemos en plena semana del Torrontés. Probablemente ese dato contribuyera a explicar porqué nuestros días se llenarían de degustaciones y de visitas de bodegas, de probaditas a deliciosas empanadas con sabor a flautas y cantos andinos en las pequeñas peñas del pueblo. Un hermoso paseo por la Quebrada de las Conchas completaría nuestro itinerario en las bellas montañas rojizas del noroeste argentino. El trayecto seguiría a través de Tafí del Valle, sus cactus, sus carreteras tortuosas, su verde tan lleno de esperanza, para llegar a Tucumán, y Mendoza- no sin dolor y nostalgia- la vuelta a la ciudad se hizo dura tras tanta naturaleza.

La estancia en Mendoza sería como un paseo. Un paseo en primavera, agradable y suave, tranquilo y dulce- a veces caminando, a veces en bicicleta. Ese paseo se acompañaría de degustaciones de vinos en diferentes bodegas, algunas más familiares que otras, más sofisticadas. Nos dejamos guiar por los mendozinos que nos trataron como princesas, haciéndonos descubrir Mendoza y sus alrededores; pasando tiempo con amigos que nos invitaron a asados ‘comunes’- el más bonito de los lujos y la más generosa de las invitaciones; tardías tardes con productores de vino que nos compartieron sus pasiones con generosidad y nos hicieron sentir como en casa.

Lo que más nos gustó: En Cafayate, La Casa de las Empanadas, el hospital local -pequeño accidente doméstico!-, sus médicos de guardia que llevan a sus pacientes a casa cuando es de noche.
En Mendoza, Mr.Hugo y sus bicicletas, las bodegas alrededor de Mendoza, sobre todo Mevi y Decero.       
Pero en todas partes: el vino, las empanadas, el vino y aaah… el vino !
©2014 Julie Cayrol. Mendoza
©2014 Julie Cayrol. Mendoza
©2014 Julie Cayrol. Diana.
©2014 Julie Cayrol. Mendoza

©2014 Julie Cayrol. Mendoza
©2014 Julie Cayrol. Mendoza
©2014 Julie Cayrol. Mendoza
©2014 Julie Cayrol. Mendoza
©2014 Julie Cayrol. Mendoza
©2014 Julie Cayrol. Bodegas Mevi. Mendoza
©2014 Julie Cayrol. Bodegas Mevi. Mendoza 
©2014 Julie Cayrol. Bodegas Mevi. Mendoza
©2014 Julie Cayrol. Bodegas Mevi. Mendoza

©2014 Julie Cayrol. Bodegas Mevi. Mendoza

©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate.
©2014 Julie Cayrol.Cafayate.
©2014 Julie Cayrol.Cafayate. 
©2014 Julie Cayrol. Bodegas Nanni. Cafayate.
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate.
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate. 
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate.
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate.
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate.
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate. 
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate.
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate.
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate. 
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate. 
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate. 
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate.
©2014 Julie Cayrol. Quebrada de las Conchas, Cafayate

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