De vuelta a Cancún y con un coche de alquiler, bajamos por carretera todo el estado, bordeando la costa hasta la laguna de Bacalar, o laguna de 7 colores, donde los diferentes azules del agua nos regalarían días de farniente, de kayak y... alguna que otra picadura de mosquito. Jugamos a evitar alacranes en las cabañas de Ecotucan, cuyos empleados nos trataron de maravilla, y a ser princesas por una noche en el maravilloso centro holístico Akalki. Ceviches de pescado y margaritas de tamarindo, clases de yoga viendo el agua, terapias dudosas bajo el agua que hacen reflexionar sobre la confianza y pérdida de control... Por algo nos llaman pijas rojas ecológicas. Pues eso, jugando a ser princesas, creando nosotras mismas los enormes contrastes que alberga este país.
http://ecotucan.com/en/
http://akalki.com/v2/?lang=en
http://ecotucan.com/en/
http://akalki.com/v2/?lang=en
Akalki, Bacalar © 2014 Julie Cayrol |
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